miércoles, 20 de octubre de 2010

REIKI Y CANCER

Con respecto a lo de Cáncer y Reiki, siempre dejo claro que el Reiki no cura el Cáncer. No existe ningún estudio serio que nos permita realizar esta afirmación, y el hacerla aunque sea de forma secundaria dentro de un contexto determinado, es crear falsas expectativas a los miles de personas que sufren este mal y esto no es ni serio ni profesional, aunque se haga con toda la buena voluntad.
En mi trabajo con este tipo de paciente todos saben cuales son las expectativas a conseguir, y entre ellas no está la curación. Pero el Reiki en las terapias de tipo químico puede reducir los efectos secundarios, ayudando al cuerpo, una vez suspendida la medicación, a recuperarse. El tratamiento con Reiki, dado por la persona adecuada, surte efectos especialmente valiosos tras las quimioterapias contra el cáncer. El tratamiento Reiki le suministra al cuerpo la energía adicional necesaria para superar la situación estresante que le produce esta agresión química. La regularidad en la aplicación del tratamiento es un factor muy importante y decisivo para que el éxito sea duradero.
En los casos más graves el Reiki les proporciona, además, la serenidad necesaria y la aceptación de su situación de una forma menos traumática y dolorosa y llegado el momento les ayuda a soltarse, a no aferrarse y realizar el tránsito de una forma tranquila y serena. Todo este trabajo me lleva a comprometerme con la persona que sufre esta enfermedad a acompañarle en todo el proceso de la misma.
Las sesiones de Reiki dadas ocasionalmente no son malas pero no dan el rendimiento necesario y esperado.

REIKI Y FIBROMIALGIA

La fibromialgia (conocido por las siglas «FM») es una condición crónica y compleja que causa dolores generalizados y un agotamiento profundo, y también una variedad de otros síntomas. Principalmente afecta los tejidos blandos del cuerpo. A diferencia de la artritis, la fibromialgia no ocasiona dolor o hinchazón de las articulaciones; más bien, produce dolor en los tejidos blandos alrededor de las articulaciones y en todo el cuerpo.

El dolor ocasionado por la fibromialgia por lo general consiste en dolor o ardor generalizados. Su severidad varía de día en día, y puede cambiar de lugar, llegando a ser más severo en aquellas partes del cuerpo que se usan más (es decir, el cuello, los hombros y los pies).
También, el agotamiento producido por la fibromialgia varía de persona a persona. Va desde una sensación de un ligero cansancio, hasta el agotamiento de una enfermedad como la gripe.


Además de dolor y agotamiento, hay una cantidad de síntomas/síndromes generalmente relacionados con la FM. Que a igual que el dolor y el agotamiento, la severidad de estos síntomas/síndromes tiende a acrecentar y disminuir y por eso, la molestia que ocasionan varía de acuerdo con la severidad de los mismos.Los pacientes de la FM sufren de uno o más de los siguientes síntomas típicos:
Anquilosamiento: Ésta rigidez puede notarse particularmente temprano en la mañana, después de permanecer sentado por períodos prolongados o de estar de pie sin moverse, o por cambios de la temperatura o de la humedad relativa.

Incremento de dolores de cabeza o de la cara: El dolor de cabeza/en la cara frecuentemente resulta de músculos del cuello o de los hombros extremadamente anquilosados o sensibles, transmitiendo el dolor hacia arriba.

Trastornos del sueño: A pesar de dormir las horas suficientes, las personas que sufren de la FM pueden despertarse y sentirse todavía cansados, como si hubieran dormido apenas. Por otra parte, pueden experimentar dificultades al tratar de dormirse o en mantenerse dormidos.

Trastornos cognoscitivos: Como pueden ser dificultad para concentrarse, "lentitud mental", lapsos de memoria, dificultad para recordar palabras/nombres y un sentirse fácilmente abrumada al enfrentarse con varias cosas que hacer a la vez.

Malestar abdominal: Muchas personas pueden experimentan trastornos digestivos, dolores abdominales, meteorismo, estreñimiento y/o diarrea. Síntomas conocidos colectivamente como el "síndrome del colón irritable"

Parestesia: A veces, el SMF se asocia con un entumecimiento u hormigueo (por ejemplo, en las manos o los pies), la sensación se puede describir como picazón o ardor.

Puntos miofasciales hipersensibles: Se forman unos puntos extremadamente dolorosos (puntos hipersensibles) distribuidas en bandas encogidas en los músculos u otros tejidos conectivos.

Depresión y ansiedad: Aunque con frecuencia, los pacientes con la FM son diagnosticados incorrectamente con trastornos de depresión o ansiedad, (“estás imaginándolo todo”), la investigación ha mostrado repetidas veces que la fibromialgia no es una forma de depresión ni de hipocondría. Sin embargo, siempre que la depresión o la ansiedad ocurran con la fibromialgia, es importante su tratamiento ya que estas condiciones pueden exacerbar la FM e interferir con el manejo exitoso de los síntomas. Estos pueden ser tratados por medio desesiones de Reiki

Aunque en la actualidad se desconoce la causa del síndrome de la fibromialgia, las investigaciones ya han revelado mucho acerca de esta enfermedad misteriosa. Por ejemplo, entre otros estudios podemos encontrar las investigaciones de Leslie Crofford, M.D., de la University of Michigan en Ann Arbor sugieren que la FM es un “síndrome relacionado al estrés” (ya que en muchos casos se manifiesta después de eventos emocional o físicamente estresantes y también se empeora con ellos) con imbalances en los sistemas que juegan un papel principal en las respuestas al estrés, el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, el sistema nervioso simpatético y, muy probablemente el sistema nervioso autonómico


En la actualidad no hay una cura para la fibromialgia, los tratamientos se enfocan en el manejo de los síntomas de la FM en el mayor grado posible. De la misma manera que las manifestaciones de la fibromialgia varían de paciente a paciente, así también varían las formas de tratamiento que tienen éxito. Lo que sirve para un paciente puede ser que no sirva para otro. Entre las estrategias de tratamiento más utilizadas, ya sean solas o en combinación con otras, hay una gran variedad de terapias manuales, energéticas, directas, disponibles para los que tienen la FM. Entre las que más comúnmente son practicadas, podemos incluir las siguientes:

Masaje: es útil para calmar y aumentar la circulación de la sangre a los músculos tensos y dolorosos. También puede ayudar a eliminar las acumulaciones tóxicas como el ácido lácteo y volver a “educar” los músculos y las articulaciones que se han desajustado mecánicamente.

Reiki: No es de sorprender que el dolor y los síntomas relacionados con la fibromialgia resultan muy estresantes para el cuerpo. Por eso, se les recomiendan los programas efectivos del manejo de estrés, como puede ser la terapia Reiki que es “un método suave y no invasor” que mejora el funcionamiento de los mecanismos de desintoxicación corporal restableciendo a la vez la capacidad de reacción del cuerpo. Ayuda a disipar el dolor y la tensión muscular relajando los músculos agarrotados y tranquilizando las emociones al producir una relajación profunda, que a la vez eliminará los efectos negativos del estrés disolviéndolos de una manera fluida. Tras la relajación se produce, con el Reiki, una estimulación del metabolismo que está provocada por una nueva vitalidad del organismo que ayuda a mejorar la salud y fortalecer la resistencia a enfermedades

Ejercicios de estiramiento: Los ejercicios de estiramiento son importantes porque ayudan a aliviar la tensión y los espasmos musculares.

Ejercicios aeróbicos: Los ejercicios aeróbicos de bajo, muy importantes para evitar la atrofia muscular (gastado), para fomentar la circulación de la sangre que contiene el oxígeno y otros nutrientes a los músculos y a los tejidos conectivos, y para incrementar la fuerza y el vigor.

Terapia de relajación: Entre los que se utilizan para la fibromialgia se encuentran la biorretroalimentación, el watsu, la meditación, los ejercicios de respiración, el yoga, el tai chi, la relajación progresiva, la imaginación guiada y el entrenamiento autogénico.

Nutrición: Para contrarrestar el estrés, eliminar las toxinas del cuerpo y restaurar los nutrientes que no han sido absorbidos o que no han sido utilizados por el cuerpo, puede ser útil la terapia de la nutrición. Unos acercamientos sencillos pueden incluir el uso de vitaminas y suplementos para combatir el estrés y apoyar el sistema inmune. Los expertos en la nutrición generalmente instan a los pacientes de la fibromialgia a que limiten el consumo de azúcar, cafeína y alcohol ya que estas sustancias irritan los músculos y son estresantes al sistema inmune.